Grandes enigmas

Sabiduría ancestral

La meditación, un viaje maravilloso

La meditación es una práctica que jamás debió perderse porque nos lleva a conocernos verdaderamente a través de la energía de nuestros sentimientos. Este encuentro no debería ser tomado solo por moda o como algo complicado y difícil de realizar en la ajetreada vida actual, ya que sus beneficios son infinitos y tú eres el o la protagonista, quien dicta cuáles y cuántos caminos tomar:

  • La meditación es un estado en el que la mente pierde el control de nuestro ser, al menos por un momento. Se pone en pausa ese dominio de la razón que no nos permite sentir por completo ni conocernos a profundidad.
  • Es un espacio en el que somos capaces de comunicarnos con múltiples niveles de lo que nos rodea, comenzando por nosotras o nosotros mismos.
  • Es la herramienta para purificar nuestros pensamientos y ayudarlos a combinarse más con la sabiduría.
  • Es una manera de liberar las cadenas que nos limitan, los miedos que acechan, para poder recuperar la paz que necesitamos. Al hacerlo, comenzaremos a comprender nuestro propio lenguaje y el de la vida, a ver y sentir más profundamente nuestro entorno, fundiéndonos en espiral de equilibrio para todo nuestro ser y, por consiguiente, con la naturaleza.
Pasos para meditar (versión sencilla)

A continuación encontrarás los pasos para meditar, quizá no son los pasos típicos, pues en esto no hay rigidez. La meditación es una constante que fluye y que no tiene límites. Realizarla es muy fácil, lo más complicado es que la quieras tomar con el corazón y enfrentarte al enemigo mental que no desea ser sustituido por la sutilidad de la energía más pura. Aquí te daré una opción sencilla, aplicable a la persona que no tiene tiempo o no le gusta demasiado la parte ritualista y prefiere no complicarse demasiado. Si te interesa que te envíe la versión más compleja y profunda, por favor, escríbeme y te la mando con gusto. A continuación los pasos a seguir:

1. Designa un espacio en tu casa o si estás de viaje, en el lugar donde te encuentres. Desde ahí comenzarás a alertar a tus sentidos a “percibir” los espacios y a poder sentir cuál es el mejor lugar.

2. Utiliza ropa adecuada, cómoda, aunque si decides hacerlo antes de salir y ya estás arreglada/o, no importa, lo más importante es que lo hagas, tu cuerpo se adaptará. Es como un sediento a quien lo que menos le importa es en qué recipiente le dan agua.

3. Encuentra la posición adecuada para ti y tu cuerpo, una en la que puedas estar tranquilamente por unos minutos sin que te produzca dolor o incomodidad. Algunas personas pueden colocarse en Flor de Loto. Si gustas probarla, quizá al inicio te cueste trabajo, pero eventualmente la lograrás. Lo importante es tener la columna recta para que la energía fluya sin obstáculos por tus centros energéticos.

Lo importante al momento de meditar es la libertad, que te dejes llevar por lo que tu cuerpo y tu naturaleza desean. Aquí no existen reglas, ya tenemos demasiadas en otros aspectos, aquí de lo que se trata es de liberarnos...

4. Puedes poner sonidos o música relajante, inciensos, aromas, veladoras que te pueden ayudar a entrar más fácilmente en el estado de calma, pero no son necesarios. Lo importante aquí es la libertad, que te dejes llevar por lo que tu cuerpo y tu naturaleza desean, quizá algunas veces la música o sonidos te ayuden a inducirte en un estado de paz, pero tal vez no siempre sea así. O si solo deseas estar en silencio también será válido. Aquí no existen reglas, ya tenemos demasiadas en otros aspectos, aquí de lo que se trata es de liberarnos...

5. Y después de esto viene lo mejor, el inicio del viaje. Solo cierra los ojos, inicia una respiración tranquila, aspirando suave por la nariz y exhalando por la boca, pero sutilmente. Si sientes que esto te distrae o no sabes si lo haces bien, solo respira con tranquilidad y deja que todo fluya en ti. A algunas personas les funciona concentrarse en un solo punto, o bloquear por completo la mente, pero eso solo lo logra quien tiene un gran dominio de sus pensamientos. Lo que aquí se necesita es que cierres los ojos, pues al hacerlo estarás ya apartándote de lo externo para fijarte más en tu parte interna.

6. En este punto, si eres principiante, te sentirás como alguien que entra en una casa en ruinas u oscura, en donde no conoces nada ni ves nada. Donde no tienes ni idea de cómo seguir o de qué hacer. En ese caso, lo mejor es seguir a esa parte que te hará que camines, es algo que no se puede describir, pero que tú vas a experimentar. Quizá las primeras veces te quedes en la puerta, inmóvil sin entrar, pero poco a poco sentirás la necesidad de profundizar, de descubrir qué hay en ese lugar, y CRÉEME los tesoros que están allí escondidos son inmensos, es lo que siempre has buscado fuera y que todo el tiempo estuvo en “tu propiedad”.

La meditación es darte un momento en el que puedes visitar a la parte más bella de ti, una conexión con el no tiempo, donde no existen límites. Es un viaje eterno y mágico que, además, te ayuda a ser una mejor persona al momento que abres tus ojos. ¡Créeme, jamás te arrepentirás de empezar a meditar!

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